
Que las mujeres son fuente eterna de coraje no es ningún secreto, aunque también lo son de amor. Sólo unas pocas.
Estas son las dos fuerzas que mueven a los Avengers. El amor y el odio.
Y esta es mi historia corajinosa, una reflexión sobre este género (aunque auguro muchas más).
Hace dos días me encontraba descargando metal por los poros. El alcohol recorría mis venas y el relámpago cubría mis entrañas. En fin, de pronto apareció un ente que irradiaba energía, una valkiria cuyo aspecto iluminaba esa parte de mi corazón que tan oculta y poco alimentada está. Sin duda se trataba de una chica Amable (apuntad el término, en oposición a las tias forzables -o forÇables, si quereis dar más coraje... porque el catalán da mucho coraje con esa Ç de hijos de puta-).
En fin, charlando con la amazona no pude más que sorprenderme de su buen gusto por el todopoderoso metal y su actitud era... en fin, no daba coraje! me sentí incluso a gusto, incómodo.
Gracias a Odin no tardó mucho en cargar mi ira hasta lo más alto del Valhala. Hablé de refilón de un enemigo, de uno de tantos Némesis que uno se gana solo por ser mejor que todo lo que le rodea.
"PUES CON ESE ME HE LIADO YO. FOLLA BIEN"
¿A quién se le ocurre...?
Muchas gracias, señorita. Ha terminado con mi descanso.
Que continúe la tortura.
putas...
ResponderEliminarsolo un castigo se me ocurre,sodomia equina...
ResponderEliminardiosssssss, se te va la olla eh...volverte misogino no es la solución...( y yo no dije eso)
ResponderEliminarMerece que la fuerçen.
ResponderEliminarPues otro descarte, afortunadamente siempre hay gente que te recuerda que aún hay personas que merecen la pena.
ResponderEliminar(Aquí jodiendo el cachondeo con un poco de trascendentalidad positiva)
¿Desde cuándo escriben aquí TIAS?
ResponderEliminarDesde que se meten donde no las llaman, osea desde siempre.
ResponderEliminar